El arnés de seguridad es el elemento que, fijado al cuerpo del usuario, termina de conectar a la persona con el conjunto de elementos que integran el sistema de anclaje.
Los arnéses de trabajo están regulados en la norma EN 361.
El arnés de seguridad se suele usar habitualmente, como un elemento anticaídas, pero hay que tener en cuenta que además de para esta función, el arnés puede servir también para trabajar en suspensión y para el posicionamiento. Te lo explicamos.
El arnés anticaídas está diseñado exclusivamente para salvar al usuario de una posible caída.
Según la norma que los regula, EN 361, los anclajes dispuestos para salvar de la caída son únicamente los anclajes denominados dorsal y esternal. Estos deben ser indicados con una A en el propio gancho del equipo.
En caso de que el anclaje requiera la unión de 2 hebillas estás se marcarán con ½ A en cada una de las mismas.
Los elementos que unen los anclajes con el arnés en el mundo laboral son estáticos; cuerdas, cables,…, y no absorben el golpe que genera la caída.
Para evitar ese impacto se han creado los absobedores de energía y anticaídas retráctiles.
Como medida de seguridad adicional se debe conseguir que el frenado de la caída deje el cuerpo del operario lo más vertical posible.
De esta forma se trata de asegurar que el cuerpo sufra el mínimo impacto y se reparta la carga que genera con el golpe del modo en el que el cuerpo lo soporte mejor.
Existen arneses que siendo legales no cumplen con la función anticaídas. Son arneses que cumplen con la función de posicionamiento y retención que se explican más adelante.
Por los elementos estáticos con los que se trabaja en alturas, el mal uso del arnés puede conllevar lesiones graves.
Es el caso del anclaje ventral. Siendo este punto de anclaje el que sirve como anticaídas en un arnés deportivo, el uso de este anclaje con el mismo fin en trabajo puede entrañar lesiones graves como la indicada en la imagen.
A nivel normativo no hay una referencia terminológica expresa de “trabajo en suspensión”.
Tanto la EN 361 como la EN 813 denominan a esta forma de trabajar como “sujeción”, diciendo que se produce cuando se "evita una caída suspendido de un EPI que trabaje en tensión”.
Aunque regulados en otra norma, la EN 358, también se denominan enganches de sujeción, a aquellos que ubicándose en los laterales del cinturón del arnés se destinan a la retención de la caída.
La EN 813 que regula específicamente los arneses de asiento, establece que:
En la práctica llamamos trabajo en suspensión al que se realiza cuando un operario se cuelga mediante una cuerda. Este tipo de trabajo se realiza por ejemplo cuando se trabaja en vertical. El arnés debe ser anticaídas y además permitirá proveer de la posibilidad del mencionado descuelgue.
El anclaje que en escalada sirve como anticaídas no se puede destinar a ese fin en el mundo laboral. En protección laboral este anclaje está diseñado para soportar cargas estáticas.
Esto además está regulado doblemente.
Además esta última norma establece la exigencia de que el arnés sea reforzado en varios puntos para que sea lo más ergonómico posible y no cause daños físicos en el largo plazo. Así, como bien saben los que trabajan continuamente en suspensión, el uso de una silla se vuelve necesaria.
Aunque estos anclajes entren dentro de lo que la norma, EN 361, define como “enganches de sujeción”, la lógica de trabajo es distinta a la de la suspensión de la suspensión.
Por eso se regulan en una norma distinta, la EN 358 donde se define la retención de la caída.
Según lo dispuesto en la introducción de esta norma a diferencia de la sujeción “en la que se trata de mantener al usuario en una posición en su punto de trabajo, con plena seguridad”, lo que se pretende con la retención es “impedir que se alcance un punto desde donde pueda producirse una caída”.
Del mismo modo, la EN 358 establece la posibilidad de que se creen cinturones específicamente destinados a este fin. Eso sí identificando, claramente, que no están destinados al fin anticaídas arriba descrito.
El arnés de cintura no es un arnés anticaídas. Por tanto, no debe ser utilizado en trabajos donde existe riesgo de caída a distinto nivel.
Para las funciones para los que se emplean son las siguiente:
Dicen nuestros amigos los podadores que el arnés de cintura se puede utilizar cuando se trata de podar árboles.
El razonamiento que emplean para defender su postura es que:
Entendemos que el razonamiento pero no llegamos a convencernos del todo puesto que:
Los trabajos que requieren de intervenciones urgentes con el fin de evacuar a personas en grave riesgo también utilizan este tipo de arneses.
Este caso lo entendemos mejor. El uso de doble cuerda, uno para la suspensión y el otro como anticaídas requieren de mucho tiempo de preparación.